No sólo tienen pinta de ser picantes, lo son: nuestras salsas de chili Habanera, Escorpión y Carolina Reaper. ¡Vienen directos de nuestro cultivo ecológico a tu mesa! Una vez cosechados los chilis en Fresopolis, los expertos de Salsas Martínez los transforman hábilmente en sabrosas salsas para todos aquellos que aprecian lo picante.
¿Qué sería de una barbacoa sin una sensacional salsa de chili? Lo picante pone de buen humor a quien las prueba y son la guarnición ideal para refinar el buen filete, el pescado fresco a la parrilla o para darle un toque especial al chili con carne casero. Las salsas picantes de Fresopolis contienen las variedades de chilis más picantes del mundo, pero nuestras guindillas guardan muchos secretos más.
¡Las salsas de chili de Fresopolis aportan diversión a tu fiesta!
¿Has visto alguna vez a alguien de mal humor después de comer una guindilla picante? ¡Seguro que no! Hace años que la ciencia sabe que las especias picantes como el chili (nombre botánico: Capsicum) son capaces de levantar nuestro estado de ánimo. Al igual que el jengibre, los chilis contienen el ingrediente activo capsaicina que es responsable para el efecto picante. Mientras arde tu lengua, tu cuerpo libera serotonina, la “hormona de la felicidad”. La serotonina nos da una sensación de satisfacción y bienestar, y al mismo tiempo inhibe sentimientos como el miedo, la tristeza o el hambre.
¡El chili hace que los kilos se derritan!
¿El chocolate te hace feliz? Sí, eso también es cierto. Por desgracia no podemos comerlo con la conciencia tranquila si queremos cuidar nuestro peso. Aquí, el chili está claramente en ventaja: la capsaicina que contienen las guindillas especialmente picantes disminuye el antojo por los alimentos grasos, salados y dulces. Además, el chili estimula la digestión y el metabolismo en general. ¡Vaya noticia para los aficionados a la barbacoa y los gourmets!
¿Por qué el chili es especialmente popular en países cálidos?
¿Conoces la cocina tradicional mexicana y asiática? Hay una buena razón por la que las principales zonas de cultivo de chilis se ubican en México, India, Indonesia, Tailandia, Japón y China. Pero ¿por qué precisamente en estos países calurosos se apuesta por lo picante?
El nombre de “chili” proviene de la lengua maya, el náhuatl. Fueron los españoles quienes introdujeron la planta en Europa en el siglo XV. Lo que los indígenas en México ya sabían en aquel entonces, nuestros científicos lo han ido descubriendo en los últimos años en innumerables estudios: los chilis rojos contienen toda una serie de sustancias beneficiosas para la salud. Mientras en los países industrializados se aprecian en primer lugar los efectos antioxidantes de la planta, los pueblos indígenas de América Central la cultivaban por un motivo completamente diferente: el consumo de las guindillas picantes fomenta la sudoración, de modo que nos ayuda a reducir la temperatura corporal – un efecto más que bienvenido en la época calurosa incluso en Europa. Este es solo uno de los motivos por los que el chili se considera cada vez más una planta medicinal en los países europeos también.
Más efectos beneficiosos del chili
Tal como ocurre con todos los demás alimentos, se recomienda consumir chili en cantidades moderadas. Los expertos aconsejan una ingesta diaria de unos 10 g al día. Nuestras guindillas rojas de cultivo ecológico de Fresopolis son ricas en vitamina C y betacaroteno. Además, la capsaicina que contienen regula el flujo de ácido en el estómago, tiene un efecto reductor del colesterol, es antioxidante, antiinflamatorio y fomenta la circulación.
Y ahora viene lo mejor: todos estos beneficios están dentro de nuestras deliciosas salsas picantes de Fresopolis, que sirven como estupendo regalo al anfitrión de una barbacoa! ¡Pásatelo genial en tu próxima fiesta con las salsas de chili más ricas de Mallorca!
